La máquina que vino

La máquina que vino es un artilugio que consigue provocar al espectador una ilusión dando protagonismo dentro de cualquier ámbito. Es un mecanismo surrealista, manipulado por una persona que permite servir vino a distancia. En términos de construcción la originalidad consiste, por una parte, en qué se ve el mecanismo de funcionamiento, no escondiéndose nada y por la otra, en la creación de un artilugio para desarrollar una acción tan sencilla como la de servir vino. Es interesante porque se puede ver la mecánica (utilizando objetos dónde no estamos normalmente acostumbrados a ver el uso de los mismos) y al mismo tiempo entra la imaginación del objeto. Hemos usado poleas y cables para complicar la acción y hacerla todavía más absurda. En esta máquina la técnica forma parte de la estética.




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